Comment la puff m’a aidé à arrêter de fumer : mon témoignage complet

Cómo el vapeador desechable me ayudó a dejar de fumar: mi testimonio completo

Lo esencial a recordar

  • Era un fumador diario de cigarrillos clásicos y tabaco para liar.
  • Los cigarrillos electrónicos clásicos no me ayudaron: demasiadas piezas, resistencias, costos y complejidad.
  • El puff fue para mí una alternativa simple, eficaz y sin mantenimiento.
  • Resultado: 2 años sin comprar ni un solo cigarrillo.
  • Mejoras constatadas: mejor olor corporal, mejor respiración, mejor sabor de los alimentos, menos mucosidad.
  • Ahorros importantes: alrededor de 4.600 € en dos años comparado con los paquetes de Marlboro.
  • Hoy uso modelos de larga duración (Razzbar 15000/30000, JNR Falcon, Mega Box) según mis necesidades.
  • Cuando vuelve el deseo de fumar, doy 2–3 caladas a mi puff y el deseo desaparece.
  • Este es un testimonio personal, no un consejo médico: solo comparto mi experiencia real.

Introducción

Dejar de fumar nunca es fácil, especialmente después de varios años de cigarrillos clásicos o tabaco para liar. Muchos fumadores buscan hoy una alternativa moderna al tabaco para reducir o dejar su consumo.

En este artículo, comparto mi historia real, sin filtros: cómo logré dejar de fumar gracias a los puffs, cuando todos los demás métodos habían fallado. Si buscas un testimonio honesto, auténtico y basado en una experiencia real, aquí encontrarás un relato completo para inspirarte.

Mi pasado como fumador: entre cigarrillos clásicos y tabaco para liar

Durante años, fumé como mucha gente: primero cigarrillos clásicos, luego tabaco para liar, principalmente por razones económicas.

Sin embargo, nunca habría imaginado comprar botes de tabaco para liar. Me decía: "Nunca fumaré tabaco liado como un chaval". Y sin embargo, con el precio de los paquetes subiendo, terminé haciéndolo.

Fumar formaba parte de mi rutina, aunque vivía con consecuencias diarias:

  • olor a tabaco frío en la ropa y el cabello,
  • garganta irritada y congestionada,
  • falta de aliento y fatiga más rápida,
  • dependencia diaria de los cigarrillos.

Por qué el cigarrillo electrónico clásico no funcionó para mí

Antes de descubrir las puffs, probé los cigarrillos electrónicos clásicos con botellas de e-líquido. En teoría, parecía una buena solución. En realidad, me desanimé rápido.

Resistencias para cambiar sin parar

Cuando la resistencia se quemaba, el sabor se volvía malo, incluso quemado. Entonces había que cambiarla regularmente. Pero cada tienda vendía modelos diferentes, con resistencias específicas.

Modelos incompatibles entre sí

De una tienda a otra, los modelos no eran compatibles. Resultado: nunca encontraba la pieza de repuesto correcta y terminaba comprando un cigarrillo electrónico completo nuevo.

Demasiadas restricciones técnicas

Entre las resistencias, los e-líquidos para rellenar, los ajustes, las posibles fugas, las baterías para recargar... todo eso se convertía en una verdadera carga mental. A la larga, era más una fuente de estrés que una ayuda.

Una calada demasiado débil para mí

La calada y el golpe en la garganta a menudo eran demasiado "light" para un fumador acostumbrado a los cigarrillos clásicos. No encontraba las sensaciones que buscaba.

Conclusión: era caro, complicado, poco satisfactorio. Después de varios intentos, abandoné y volví al tabaco clásico.

El clic: mi primera puff Tornado 9000

El verdadero clic llegó un día que un amigo me hizo probar una Tornado 9000 RandM. Desde las primeras caladas, sentí una enorme diferencia.

  • El sabor era increíble.
  • La calada era potente, satisfactoria.
  • El golpe en la garganta estaba al nivel de lo que buscaba.
  • No hay resistencia que cambiar.
  • No hay líquido para rellenar.
  • No hay ajustes que hacer.

Para mí, el puff era el cigarrillo electrónico sin todos los problemas técnicos.

Un Tornado 9000 me duraba unos 6 a 7 días por 15 €, lo cual era bastante razonable comparado con lo que gastaba antes en paquetes de cigarrillos.

Además, los sabores eran excepcionales y variados: fresa, arándano, kiwi, maracuyá, guayaba, Love 66... Empecé a disfrutar donde antes fumaba principalmente por costumbre.

Los cambios positivos sentidos rápidamente

Un mejor olor corporal

Muy pronto noté que ya no olía a cigarrillo frío. Mi ropa, mi cabello, mi aliento... todo olía menos a tabaco. Mi entorno notó el cambio casi antes que yo.

Menos mucosidad y molestia en la garganta

Con los cigarrillos tradicionales, a menudo tenía la garganta cargada, con mucosidad regular. Al pasar al puff, esa sensación se fue atenuando con los días.

Un mejor sabor de los alimentos

Me di cuenta de que percibía más los sabores, especialmente en ciertos platos dulces o picantes. El sabor de los alimentos parecía más claro, más agradable.

Un cambio visible para mi novia

Mi novia lo notó muy rápido: me dijo que olía mejor, que tenía mejor aspecto y un mejor tono de piel. Ese tipo de comentarios motiva aún más a no volver atrás.

El impacto económico: enormes ahorros a largo plazo

Cuando aún fumaba, un paquete de Marlboro costaba alrededor de 12,80 €. Compraba aproximadamente uno cada dos días, es decir, unos 15 paquetes al mes.

  • 12,80 € × 15 paquetes = 192 € al mes
  • 192 € × 12 meses = 2 304 € al año
  • 2 304 € × 2 años = 4 608 € en dos años

Al dejar de comprar cigarrillos y reemplazarlos por puffs, reduje drásticamente esos gastos. Los modelos con mayor capacidad permiten aún más ahorros a largo plazo.

Mis modelos de larga duración: los que me ayudaron a aguantar

Con el tiempo, pasé a modelos con mayor capacidad, para ahorrar aún más y tener mejor autonomía.

Razzbar 15000

Entre mis sabores favoritos:

  • melocotón mango guayaba,
  • cola ice,
  • blueberry ice.

Razzbar 30000

La Razzbar 30000 me dura aproximadamente dos semanas y media, lo que es muy rentable en comparación con el tabaco clásico.

JNR 18000 Falcon y 25000 Mega Box

De vez en cuando, me tomo una JNR 18000 Falcon o una JNR 25000 Mega Box. Encuentro que tienen un sabor muy pronunciado y dulce, un poco más caras que las Razzbar, pero muy satisfactorias en cuanto a la experiencia.

Hoy, cuando tengo ganas de fumar un cigarrillo, simplemente doy 2 o 3 caladas a mi puff, y el deseo se calma rápidamente.

Dos años sin cigarrillos: un balance muy positivo

Ahora, hace dos años que dejé de comprar paquetes de cigarrillos. El balance es muy positivo, tanto para mi salud como para mi bolsillo.

  • Mejor respiración y menos falta de aliento.
  • Mejor aspecto y tez más saludable.
  • Menos olor desagradable relacionado con el tabaco.
  • Ahorros importantes a largo plazo.
  • Una mejor confianza en mí mismo y una mejor imagen ante los demás.
  • Incluso mi rendimiento sexual ha mejorado, algo que nunca habría imaginado al principio.

Consumo principalmente del 2 % (es decir, 20 mg de nicotina), y de vez en cuando, incluso uso una puff sin nicotina. Lo más importante: ya no sentí la necesidad de comprar cigarrillos.

Conclusión: por qué la puff realmente me ayudó a dejar de fumar

No pretendo que la puff sea una solución milagrosa válida para todos. Simplemente comparto mi experiencia personal.

Para mí, la puff fue:

  • el método más sencillo,
  • la más accesible,
  • la menos restrictiva,
  • la que me dio más resultados concretos.

Me permitió salir progresivamente del tabaco, ahorrar dinero, mejorar mi calidad de vida y mi salud en general. Si te reconoces en mi experiencia, tal vez mi testimonio pueda inspirarte a probar una alternativa diferente al cigarrillo tradicional.

Preguntas frecuentes: dudas comunes sobre mi abandono del tabaco gracias a las puffs

¿La puff realmente me ayudó a dejar de fumar?

Sí, en mi caso personal, la puff fue el factor clave. Después de varios fracasos con otras soluciones, es el único método que me permitió no comprar cigarrillos durante dos años.

¿Cuánto tiempo me llevó dejar completamente los cigarrillos?

La transición fue relativamente rápida. En cuanto encontré una puff que me convenía en términos de sabor, tiro y golpe, casi no sentí la necesidad de encender un cigarrillo clásico.

¿Las puffs me han permitido ahorrar dinero?

Sí, claramente. En comparación con el precio de los paquetes de cigarrillos, el cambio a las puffs me permitió ahorrar varios miles de euros en dos años.

¿Todavía siento ganas de fumar un cigarrillo?

De vez en cuando, el deseo puede volver por costumbre o en ciertas situaciones sociales. Pero unas pocas caladas en una puff son suficientes para calmar ese deseo.

¿Recomiendo la puff a todos los fumadores?

No doy consejos médicos. Solo puedo decir que en mi caso, la puff fue una solución eficaz para dejar el tabaco. Cada uno debe encontrar el método que le convenga, eventualmente con la opinión de un profesional de la salud.

 

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